domingo, diciembre 16, 2007

El sofá.


El sábado me encontré a mi vecino de enfrente en el ascensor, estos últimos meses lo he visto siempre de mal humor, ha pasado de ser un chico muy cordial a casi no saludar, podríamos decir que se le ha agriado el carácter. Así que el sábado me lié la manta a la cabeza y me propuse preguntarle que le pasaba, me contestó: “Ya no aguanto más”.
A los diez minutos lo tenía en mi casa, sentado en mi sofá contándome sus penas.

Sus problemas empiezan cada vez que sale con su novia y esta decide irse con él a su casa, cuando se sientan en el sofá bien para ver la tele, bien para leer… ella ni corta ni perezosa se tumba como si el preciado mueble fuera el mismísimo trono de una reina, a todo esto él se queda leyendo algún libro en una esquina, en su sofá, en su casa. Así pueden pasar horas y horas y lo que es peor durante fines y fines de semana es siempre la misma historia… él lo ha intentado todo, pero lo único que ha conseguido son las babas que a ella le caen en el cojín mientras duerme.
Entiendo perfectamente sus problemas, su vida cada vez tiene menos valor. Si alguien se pone a reflexionar … como sería vuestra vida sin sofá? Ya os lo digo yo, una mierda!
Está claro que tiene muchas más cualidades pues todo el mundo tiene uno en casa, y que nadie me diga que la cama es mejor, no me jodáis. la cama no es tan agradecida! De ahí que el tío esté tan jodido, de que le sirve tener un sofá si un intruso no se lo deja disfrutar?
Hace ya tres horas que mi vecino está en mi casa, en mi sofá y el tío no parece tener intención de moverse, y yo me quiero tumbar, no puedo más, que hago, se lo digo… “YA NO AGUANTO MÁS”.