23. Argentina salvaje

“Sólo viajar tiene sentido”… aprender de ti mismo, aprender de los demás, entender otras culturas y costumbres, disfrutarlas como si fueran las tuyas.
Otra vez vuelvo a casa triste, con añoranza de Argentina, un mes no es mucho pero es tiempo suficiente para ya tener ganas de volver, me llevo tantas cosas…
Cataratas que quitan el hipo, “La Ramona” aún sin hambre, Merche, aviones caros, Península Valdés sin pingüinos, increíbles ballenas, amigos inesperados, El Chaltén, colectivos, carreteras inmundas, coger, coger y más coger, Bariloche, Pablo, asados, coche alquilado, ripio, Villa La Angostura, millones de lagos inimaginables, aislamiento absoluto, salchichas con queso y jamón crudo del “Ruso”, policías guías, Lanín , soledad en las carreteras, Wine Bar, homenajes en el alojamiento, San Martín de los Andes, frío infernal, poca suerte en las actividades, El Chaltén, atraco en el aeropuerto, sobrevolar Los Andes, Gay, El Calafate, Roser, timo con buen gusto en todos los glaciares, Jonathan, desprendimiento en Spegazzinni, congelación en cubierta, más asados, demasiado alcohol, Boliche, Perito Moreno con resaca, colectivo a El Chaltén, Las Leonas, Jonathan y sus amigos hippies, La Casita, en la calle, me siento como en casa, siempre hay algún mal rato, 60m de tirolesa, litros de mate en medio de la nada, Fitz Roy, me lo dan todo, putas pulgas me tienen amargada, trekking, horas y horas filosofando, más mate, tristeza, ¿porqué la gente es tan amable?, Ushuaia, fin del mundo, tranquila en el coche de un desconocido, Francis, Mariano, Tierra del Fuego, Ivanna, cenas inolvidables, esquiar en Cerro Castor, imborrable canal de Beagle, otra vez vino sin pagar, El Chaltén, buena onda en lagos Fagnano y Escondido, vuelta a la gran Buenos Aires, la Bombonera, su afición, mala suerte, más colectivos, mucho vino en San
Rafael, kilómetros en el Cañón de Atuel, Buenos Aires, calles adoquinadas en San Telmo, peligro en la Boca, San Martín, la Casa Rosada, Plaza de Mayo, reencuentro con Mariano, El Chaltén, Puerto Madero, Reserva Ecológica, cementerio de la Recoleta, Evita ¿porqué tanta seguridad si ya estás muerta?, Palermo, María, Claudia, inesperado concierto de jazz, esto ya se acaba, tristeza, ¿porqué no quebró Alitalia?, Il Mondo, volveré…

22. Argentina salvaje

Último día de viaje, lo dedico única y exclusivamente a Palermo Chico, Palermo Viejo, Palermo Soho, Palermo Hollywood, Jardín Botánico… Es una zona bastante curiosa, muy chic podríamos decir, hay millones de bares, restaurantes, tiendas estupendas con ropas aún mejores, muchos bohemios…
Hoy ha sido un día de andar, mirar, reflexionar sobre el viaje, sacar conclusiones, tomar decisiones, comer con María, cenar con Claudia y finalizar la última noche en argentina en un local fantástico de Palermo escuchando un conciertazo de Jazz… ¿se puede pedir algo más?

Foto: Palermo Soho, Buenos Aires, Argentina.

21. Argentina salvaje

Sigue mi visita fugaz por Buenos Aires…
Lo primero del segundo día fue Puerto Madero, antiguo puerto convertido hoy en una zona más bien exclusiva llena de restaurantes, bares, etc… es bonita pero me temo que también es bastante carita.
Buenos Aires es una ciudad enorme, demasiados coches, demasiado ruido, demasiada gente, necesito evadir, leo en la guía que cerca de Puerto Madero está la Reserva Ecológica, un parque enorme en la ciudad, decido ir a pasear, uno de los posibles caminos para hacer es la costanera, lo hice y di una vuelta estupenda bordeando el Río de la Plata, esta vez me gustó más aunque el agua sigue estando guarrísima.
De vuelta al ruido me fui a visitar el cementerio de la Recoleta, a mi visitar cementerios la verdad es que no me gusta, pero si me dicen que es patrimonio nacional pues habrá que ir y eso hice, el cementerio está repleto de bonitos mausoleos de familias, en su momento adineradas, bueno muchas de ellas lo siguen siendo.

Hay mausoleos impresionantes, otros están destrozados, pero lo más curioso del cementerio son las historias que ahí dentro han sucedido, está lleno de políticos, generales, etc… y es bastante curioso porqué una vez muertos muchos de ellos han viajado más que en toda su vida, debido a todos los dramas políticos que ha padecido el país una manera que tenían de joderse los unos a los otros era coger a los muertos de sus mausoleos y llevárselos algunas veces a Europa, otras no se sabe dónde y pedir cosas a cambio del cuerpo del muerto.

Foto 1: Puerto Madero, Buenos Aires, Argentina.

Foto 2: Reserva Ecológica, Buenos Aires, Argentina.

20. Argentina salvaje

Definitivamente con tres día no tienes ni para empezar para visitar Buenos Aires.
A mi, es una ciudad que me evoca cierta tristeza, no sé si es porque estoy en el final del viaje y una ya ve que esto se acaba… pero bueno, ahora no me voy a poner triste así que os voy a contar mis periplos por la zona durante estos tres días.
El primero me fui de visita por el Barrio de San Telmo, un barrio muy bonito de calles adoquinadas y repletas de tiendas de antigüedades con todo tipo de objetos, también lleno de restaurantes, bares, kioscos y por supuesto mucha mierda en el suelo, supongo que todo eso le da un encanto especial.
De ahí me fui al barrio de la Boca, seguramente el barrio más pintoresco de Buenos Aires y a la vez el más turístico, el caminito es una calle de lo más curiosa y divertida pero agobian bastante los comerciantes de la zona que no dejan de tirarse encima para que gastes tus dineros en sus locales, ¡¡¡serán pesaos!!!
De ahí una visita a Plaza San Martín, La casa Rosada, Plaza de Mayo y El Congreso sorteando los miles de coches que circulan por la ciudad, definitivamente el peatón es una mierda aquí.
Por la noche me reencontré con mi amigo turista de Ushuaia Mariano, él es porteño y me llevó a cenar a un restaurante llamado “Las Cholas” en Palermo, que gran lugar y que carne más rica y que barato es.

Foto 1: Caminito, Barrio de La Boca, Buenos Aires, Argentina.

Foto 2: Plaza Dorrego, Barrio de San Telmo, Buenos Aires, Argentina.

Foto 1: Tango en la calle Florida, Buenos Aires, Argentina.

19. Argentina salvaje

Seguramente una semana es el tiempo razonable para visitar la gran Buenos Aires, pero a mi me pareció excesivo, así que decidí irme a San Rafael un par de días.
San Rafael es un pueblo de la provincia de Mendoza que se encuentra a unos a 1.000 Km de Buenos Aires, dónde entre otras cosas hay muchas bodegas de vino y a eso iba yo, a visitar bodegas y a beber vino.

El viaje hasta San Rafael lo hice en un autobús nocturno, llegué bien prontito a San Rafael, busqué hospedaje (por cierto, bastante casposo) y me fui de peregrinaje por las bodegas.
En esta época no hay casi turismo por la zona así que las visitas fueron completamente personalizadas, un lujo, todo el vino para mí y estaba rico, rico, rico.
El día siguiente después de tanto vino pensé que lo mejor era ir a andar un poco para purificar, así que me fui a visitar el Cañón de Atuel, aquí le llaman el pequeño Gran Cañón del Colorado, yo no puedo comparar porque no he estado en el Gran Cañón, pero me gustó y no me pareció para nada pequeño, eso sí como ya va siendo habitual en este viaje estuve sola durante todo mi recorrido que duró unas 5 horas.
Ya de vuelta a Buenos Aires otro autobús nocturno, dónde por extraño que parezca se organizó un Bingo y a que no saben quien ganó??? Pues si señores gané yo y de recuerdo me regalaron una taza bastante fea para el té.

Foto 1: Bodega Suter, San Rafael, Mendoza, Argentina.

Foto 2: Cañón Atuel, San Rafael, Mendoza, Argentina.

18. Argentina salvaje

No se puede venir a Argentina sin ir a ver un partido de fútbol y mira ha dado la casualidad que hoy he llegado a Buenos Aires y hoy jugaba el Boca así que ha sido una oportunidad única.
La verdad es que al principio me he sentido muy atún yendo sola al partido, pero una vez ya estaba ahí dentro me he integrado estupendamente.
La afición es la ostia, los tíos no callan, están los 90 minutos de partido cantando, impresionante!!!
Eso sí, es bien conocido mi gaferismo y por supuesto hoy que he ido al campo del Boca y ha perdido.
BOCA 2 - TIGRE 3

Foto: BOCA - TIGRE, La Bombonera, Buenos Aires, Argentina.

17. Argentina salvaje

Para terminar mi estancia en Ushuaia fui en un 4x4 a hacer un recorrido por el lago Escondido y Fagnano.

Como dicen aquí, el grupo con el que fui tenía muy buena ONDA, así que me lo pasé de coña, aunque en algunos momentos el conductor fue un poco temerario para mi gusto, pero bueno como estoy aquí para contarlo debo decir que eso le dio un toque mucho más emocionante.
Por supuesto acabé de barro hasta las cejas, vuelvo a no tener ropa limpia, es fantástico esto de ser mochilera porque aprovechas la ropa guarra durante varios días y te sientes estupendamente.
Con el grupito buena ONDA fuimos a comer un cordero tremendísimo acompañado, por supuesto, de unas botellitas de vino patagónico.
Para bajar todo eso no quedó otra que coger unas raquetas e ir un ratín por el monte.

Con todo mi pesar, esta noche he dejado Tierra del Fuego, me voy a la gran Buenos Aires.

Foto 1: Valle del Cerro Castor, Ushuaia, Argentina.

Foto 1: Lago Escondido, Ushuaia, Argentina.

16. Argentina salvaje

Otra actividad interesante para hacer en Ushuaia es navegar por el Canal de Beagle y por supuesto no me lo iba a perder, pero no sin antes ir a visitar lo que fue la cárcel dónde mandaban a los peores convictos del País, la verdad es que está bastante bien verla y darse cuenta de lo mal que lo debían pasar los tíos.
Después de tanto drama me fui a comer por ahí dónde conocí a un amable señor que al verme pedir una cervecita me ofreció su botella de vino, él ya había acabado de comer y no se la iba a terminar, esto lo cuento porque no es la primera vez que me pasa en estas tierras... la gente es cojonuda.
Después de una buena comida y un buen vino que mejor que ir a navegar en el "Tres Marías" (una mini barca dónde sólo íbamos cinco) por el canal de Beagle, fue fantástico, durante la navegación paramos en la isla más remota de Argentina, la isla "H", allí bajamos y dimos una vuelta por la isla dónde vimos bastantes cormoranes, más tarde seguimos el recorrido por el canal hasta llegar a otra isla llena de lobos marinos y millones de cormoranes más, fue absolutamente increíble.
Por la noche Francis me llevó a un bar cojonudo dónde por fin la única guiri era yo y dónde una chica recitaba fragmentos de libros, en este caso le tocó el turno a "El evangelio según Jesucristo" de José Saramago.

Foto 1: Ushuaia desde el Canal de Beagle, Ushuaia, Argentina.

Foto 2: Isla H, Canal de Beagle, Ushuaia, Argentina.

Foto 3: Lobos Marinos y cormoranes, Canal de Beagle, Ushuaia, Argentina.

15. Argentina salvaje

A mi me gusta esquiar, eso es innegable, pero me parece que la razón por la que fui a esquiar fue para dar envidia a mis amigos, especialmente a uno y creo que lo conseguí.
En Ushuaia, entre otras, están las pistas de Cerro Castor, su cota más baja no llega a 300 metros sobre el nivel del mar y la más alta poco más de 1000, esto podría parecer increíble en cualquier lugar del mundo, pero no es el caso de Ushuaia.
Las pistas son pequeñitas, pero lo pasé Rebién y no había prácticamente nadie, un lujo!!!
Por la noche Ivanna y otra veterana amiga suya me llevaron por ahí a cenar, estuvieron bastante bien nuestras interminables charlas sobre España, Argentina, hombres…

Fotos: Cerro Castor, Ushuaia, Argentina.

14. Argentina salvaje

Y después de 16 horas en autobús, pasando por Chile (ya tengo otro sellito en el pasaporte) llegué a Ushuaia dónde me esperaba la confortable cabaña Golondrina de la estancia Aves del Sur de mi amiga Francis.
Como ya debéis saber Ushuaia es la ciudad más austral del mundo, bueno según los chilenos es otra pero ya se sabe, estos siempre se están pelando.
El primer día me fui a hacer el turista al Parque Nacional Tierra del Fuego, su nombre se debe a que los indígenas que vivían en la zona iban, a pesar de la dureza del tiempo, casi desnudos y siempre, siempre, siempre tenían un fuego encendido.
El parque es absolutamente precioso y muy grande así que sólo visité una parte, entre los varios senderos que hay hice el sendero de la costa.
Oficialmente el parque no está abierto, eso quiere decir que no se pagan las tasas para entrar pero te dejan entrar, eso sí, las condiciones no son las mejores para dar un agradable paseo pues el sendero está destrozado de las tormentas del invierno, (nieve, hielo, barro, árboles caídos) lo que le da un encanto aún mayor.
Compartí todo el trayecto con un turista argentino y menos mal porqué por ahí no pasó ni Dios en 4 horas, entre tanto hielo mi nuevo amiguito sólo empezar se pegó un tortazo bastante importante y a mi que me gusta retar a todo el mundo, lo reté a un concurso a ver quien se caía más veces, ¿saben quien ganó? me imagino que todos habréis acertado, si señor gané yo, me caí más veces, ya se sabe ser patosa es algo que llevo dentro.
Por la noche, cita con mi amiga fueguina Ivanna que me llevó a un buen restaurante y ale a dormir.


Fotos: Senda de la costa, Tierra del Fuego, Ushuaia, Argentina.

13. Argentina salvaje

Si fuera poeta, al Chaltén le escribiría un poema, pero como no lo soy os relataré mi historia durante dos días en la zona.
El Chaltén, también conocida como la capital del Trekking, es un pueblo de sólo 22 años de antigüedad dónde viven unos 400 habitantes, la población más cercana al Chaltén es El Calafate y está a 220Km pasando por una carretera infernal y eso, en tiempo, significa unas 3 horas y media de camino por el NADA más absoluto, ¡una maravilla!
El pueblo está pegadito a la cordillera de los Andes haciendo frontera con Chile y desde aquí es muy popular visitar el Fitz Roy.
En esta población, además de gente podríamos decir normal (ese término no me gusta pero lo digo para que me entiendan) está plagado de hippies de puta madre.
Yo, cómo soy muy simpática y muy loro, conocí a un grupo de hippies bastante bueno y después de meterles un rollo bastante largo sobre Europa, España, Catalunya y por supuesto Messi, la cosa empezó a coger tal forma que al final parecíamos amigos de toda la vida.
Los hippies me llevaron a tomar algo al único bar del Pueblo dónde por supuesto sonaba “regetón”, pero mi cansancio me estaba atormentando así que decidí ir a dormir mi hostal, al llegar encontré la puerta principal cerrada, me entró el pánico a dormir a la intemperie a 5 grados bajo cero y volví al bar en busca de mi nueva familia y cómo buena familia que eran me ofrecieron cobijo en su casa, eso sí, entre pulgas.
Después de la experiencia (y de bastantes picadas de pulgas) nos hicimos bastante amigos, así que al día siguiente me hicieron cruzar un río por una tirolina de 60 metros (dios, que mal lo pasé) e hicimos una caminata hasta un pequeño bosquecillo dónde había unas estupendas vistas del Fitz Roy y dónde como buenos argentinos nos tomamos litros y litros de mate…
Esto de la vida hippie me estaba empezando a gustar y ellos parecía que me integraban bastante en el grupo, me invitaron de nuevo a cenar a su casa (bueno, casa, cabaña, cuchitril, no sé… que cada uno lo llame como quiera), y cómo buenos hippies no trabajadores al día siguiente me acompañaron de nuevo por el monte, así que fuimos a la Laguna Torre…
Que bonito el mundo de los hippies, como me picaron las pulgas, que buen mate, que bonito es el Chaltén, lo añoraré…

Foto1: Tirolina, El Chaltén, Patagonia, Argentina.
Foto2: El Chaltén, Patagonia, Argentina.

12. Argentina salvaje

Dos días en El Calafate dan para muchos glaciares, muchas cervezas, buen vino, muchos asados, muchos turistas y poco actualizar el blog, lo sé...

El Calafate es una pequeña población de unos 20.000 habitantes popularmente conocida por su cercanía al Parque Nacional de los Glaciares entre los que se encuentra el Perito Moreno que aunque no es el más grande dentro del parque sí que es el más conocido.

El primer día me fui de parranda con 300 turistas más en un barquito que navegaba por el Lago Argentino e iba a visitar el glaciar Upsala, Onelli y Spegazzini... es bastante impresionante ver todo esos gigantescos icebergs que se desprenden ( "cada vez más a causa del cambio climático" decían todos los turistas... que coño sabrán ellos del cambio climático, ahora resulta que somos todos expertos!!! ) de los glaciares y se quedan flotando por el Lago.
A causa de la gran cantidad de icebergs que había resultó muy difícil poder llegar hasta los glaciares porqué tienen el lago taponado, parecía la Ronda de Dalt un Lunes a las 8 de la mañana, así que sólo nos pudimos acercar al glaciar Spegazzini pero ya tuve suficiente, me gustó muchísimo y además vi un pequeño desprendimiento del glaciar que siempre está bien, eso sí hacía un frío de morirse.

El día siguiente le tocaba el turno al Perito Moreno y bueno, no me puedo quejar, quizás no será el más grande pero sí el más espectacular, realmente espectacular... esta vez había muy pocos turistas y eso significa que había un silencio bastante sepulcral, iba paseando por unas pasarelas cerca del glaciar e iba oyendo cómo crujía el Perito por dentro, realmente imponente. Para imaginar la majestuosidad del Perito os recomiendo que busquéis el barquito en la segunda foto.

Foto 1: Icebergs, Lago Argentino, Parque Nacional Los Glaciares, El Calafate, Patagonia, Argentina.

Foto 2: Perito Moreno, Parque Nacional Los Glaciares, El Calafate, Patagonia, Argentina.

11. Argentina salvaje

Sant Martín de los Andes.
240 Km en coche.
Aeropuerto de Bariloche a preguntar si hay vuelos a El Calafate.
Afirmativo.
Compro.
A Bariloche a dejar el coche.
Taxi ( yo no quería pero era la única opción por tiempo) al aeropuerto.
Avión sobrevuela la cordillera de los Andes, impresionante.
El Calafate.
Hostel El Calafate.
Llevo 9 horas de viaje.
No puedo más, a cenar y a dormir.

Foto: Cordillera de los Andes.

10. Argentina salvaje

Me habían recomendado ir a cenar al WineBar, un restaurante que hay a unos 5 Km de San Martín de los Andes, obviamente fui y ¿qué pasó? Que me puse hasta el culito de comer y de beber vino... ¿y cómo salí? Rodando... y ¿qué pasó el día siguiente? Pues que el día que más muerta estaba hacía un tiempo de puta madre, así que me dije tira palante que esto hay que aprovecharlo...
Primero fui a hacer una caminata (no más de dos horas) hasta el Mirador de Bandurrias, que además de tener unas vistas bastante buenas del Lago Lacar, creo que sirvió para rebajar un poco.
No estoy segura pero creo que no me estoy engordando nada, incluso diría que estoy adelgazando… ¿será el frío?
Después de una buena caminata matutina que mejor que coger el coche y hacer los 40 Km de carretera asfaltada de la ruta de los 7 lagos, me encantó y me quedé con muchas ganas de seguir, pero mejor parar a tiempo que morir durante las vacaciones, aunque ahora que lo pienso es mejor morir en vacaciones que durante el rutinario periodo laboral, ¿no? Soy burra, no sé porqué no seguí.

Atardecer: Un buena bañera en un buen hotel, en todo viaje hay que darse un homenaje!!!

Cena: Ciervo con salsa de hongos, bueníiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisimo.




Foto 1: Mirador de Bandurrias, Lago Lacar, San Martín de los Andes, Patagonia, Argentina.
Foto 1: Lago Meliquina, Ruta de los 7 Lagos, Patagonia, Argentina.

9. Argentina salvaje

Iba yo conduciendo tranquilamente hacia San Martín de los Andes cuando el típico control de policía de carretera me ha parado y lo que tenía que ser un control rutinario se ha alargado más de lo normal, pero no se asusten por Dios!!!
Simplemente se ha alargado porque el Sr. Policía ha empezado a hacer muchas preguntas, algunas rutinarias propias del control pero otras eran simplemente de cotilla, pero como soy bastante loro y debía llevar más de 4 horas sin hablar me he dicho, esta es la mía!!! Total, me he extendido más de lo normal en las respuestas, así que el mismo señor que empezó siendo un policía al que posiblemente tenía que tener respeto, ha acabado siendo un guía turístico estupendo. He salido del coche, hemos puesto el mapa encima del capó y ale, en un momento tenía una ruta alternativa para hacer, ahí no pensaba ir pero... que me impedía cambiar mi rumbo durante unas horas? He mirado a mi alrededor y no había nadie, así que me he dicho... venga, vamos!!
El nuevo rumbo me ha llevado al Volcán Lanín y al lago Huechulafquen, he llegado hasta la frontera con Chile, pero de momento no la he pasado, quizás más adelante!! Que gran hombre el policía, ha sido una ruta realmente bonita alrededor de los Andes.

El día ha sido largo y cuando por fin he llegado a la Hospedería dónde quería relajarme un rato, un chaval argentino de 9 años me ha avasallado a preguntas y por increíble que parezca me ha empezado a hablar de la guerra civil española, incluso de “el tipejo aquel” (así llamaba el chaval a Franco)…

Que día más extraño… Ojalá mañana sea igual….

Foto 1: Lago Huechulafquen, Junín de los Andes, Pagatonia, Argentina.
Foto 2: Volcán Lanín , Junín de los Andes, Pagatonia, Argentina.

8. Argentina salvaje

Es el día de la Marmota, me levanto, me ducho, desayuno, me dispongo a salir hacia Villa La Angostura y… otra vez la misma historia, hay que modificar los planes porque el temporal de la semana pasada lo ha destrozado todo, así que hay que decir adiós a la ruta de los 7 lagos pues está cortadísima.

¿Qué quiere decir eso? Pues que en lugar de ir por una ruta de ripio de una belleza inimaginable me toca ir por la carretera de asfalto de una belleza bastante más imaginable, a su favor debo decir que no ha estado mal.
Una vez allí y después de buscar alojamiento me dirijo ansiosa hacia mi siguiente actividad, pero resulta que el puto temporal de los cojones ( siento el vocabulario, pero ya me está sobrepasando esta historia ) también ha arrasado con el bonito sendero de 12 Km que va del puerto de Villa La Angostura al Bosque de los Arrayanes, así que después de abrazarme a un árbol y llorar desconsoladamente durante un buen rato me he dicho, va hombre no seas tonta, no te hundas, mira hacia delante.
Así que cuando he conseguido secarme las lágrimas de cocodrilo de los ojos, he visto un cartel enorme delante de mis morros dónde se anunciaba un barquito que te llevaba hasta el bosque de los Arrayanes por el lago Nahuel Huapi!!!

Harta de tanto drama me he ido corriendo hasta el señor que vendía los tíquets y he comprado uno.

La verdad, no me arrepiento de haber cogido el barco, el paseíto ha sido de lo más bonito.

Fotos: Lago Nahuel Huapi, Villa La Angostura, Patagonia, Argentina.

7. Argentina salvaje

Pues sí sí, al final me he liado la manta a la cabeza y como mis amigüitos Barceloneses me habían recomendado he alquilado un coche durante cinco días para hacer un bonito recorrido de Bariloche a San Martín de los Andes.

Como ya viene siendo habitual en mi viaje tengo la mala suerte de que muchas de las cosas que tenía intención de hacer no se pueden hacer por mal tiempo o porqué he llegado demasiado pronto o demasiado tarde o porqué hubo un temporal la semana pasada que parece que arrasó con la zona o simplemente porqué soy una GAFE de cojones... total, siempre hay alguna razón para joderme los planes y esta vez no iba a ser menos, así que los senderos que quería hacer se han quedado en nada, están todos cortados... y que decir de las bonitas pistas de ripio para recorrer con el coche, pues dado el temporal del que ya os he hablado sólo se podía acceder si tenías un 4x4 y como os podéis imaginar mi coche no es uno de esos, he alquilado el más barato.
Aún así he visto un sendero de ripio que tenía buena pinta y me he metido dentro. Llegado este punto debo presentaros a Pablo, un amigo que me ha acompañado en esta empresa. Al llegar al ripio un río bastante ridículo se ha cruzado en nuestro camino, los que me conocéis ya sabéis que a la mínima me acojono así que como sí de cruzar el Mar Mediterráneo se tratara he salido despavorida del coche y he dicho... Si quieres tirar palante, crúzalo tú!!! Finalmente el paseíto ha valido la pena pero ha llegado un punto dónde no había más cojones que volver por el mismo camino por el que habíamos venido.
Para celebrar que he sobrevivido unos buenos raviolis de verduras con salsa de hongos, una fondue de quesos, un buen vino y a dormir.

Fotos: Circuito Chico, Bariloche, Patagonia, Argentina.

6. Argentina salvaje

14 horas de viaje no se hacen tan largas cuando estás en un autobús argentino en un asiento semi-cama y menos aún si al lado tienes a una mujer de 75 años acérrima creyente de Dios y superviviente a un marido malo, muy malo al cual dejó para criar sola a sus 6 hijos. Nuestra conversación ha pasado por "El Corralito", "los gatos y perros que tiene", "lo mala malísima que es Cristina Fernández", "porqué dejó al marido", "lo mal que están en el país", "su hospitalización por estrés la semana anterior", "sus planes para el futuro", "el novio joven de su madre de 92 años"...
Ya estamos, ya hemos llegado... un beso guapa, que lo pase muy bien por acá.

5. Argentina salvaje

Después de bastantes kilómetros sobre la típica estepa patagónica con salida de sol incluida, aparecen preciosos acantilados sobre un mar azul celeste... Ya hemos llegado, estamos en Península Valdés!!

En medio de tanta belleza el autobús empieza a bajar y es que un poco enclaustrado entre más acantilados se encuentra Puerto Pirámides, un pueblo de unos 500 habitantes dónde una barca espera impaciente la llegada de turistas como yo para llevarnos de paseo a ver las ballenas francas del sur, un espectáculo que nadie se puede perder.

Como si todo esto no fuera suficiente hemos ido hasta Caleta Valdés dónde también nos esperaban, pero esta vez eran unos elefantes marinos haciendo la siesta. Los tíos llegan del mar y se tumban hasta nuevo aviso, hacen el mínimo esfuerzo para moverse porque parece ser que cuando están en tierra que son dos veces al año, una para la reproducción y otra para el cambio de piel, no comen nada y deben guardar todas sus energías para cuando vuelvan al mar o bien en el caso de los machos para luchar con los demás elefantes marinos por las elefantas y en el caso de las hembras para amamantar a los elefantitos... todo muy bonito… Todo esto os lo cuento yo, que no tengo ni puta idea de biología marina, pero bueno eso es lo que me han contado o como mínimo es lo que he entendido, así que os lo cuento que siempre queda bien.

Que más os puedo decir de Península Valdés, es un sitio para pasar días, meses o incluso años, pero como yo no puedo me voy, con mucha pena, pero me voy y además me voy a “agarrar” un colectivo esta misma noche para ir a Bariloche, parece ser que son 14 horas de viaje pero me han dicho que aquí los colectivos están muy bien y me dijeron al comprar el billete que el asiento era de semi-cama, no sé, no sé, ya os contaré!!!

Por cierto, saludos cordiales a mi amigos Honey moon culés con los que recorrí Península Valés.

Foto 1: Ballena franca austral, Puerto Piramides, Península Valdés, Argentina.

Foto 2: Elefantes marinos, Caleta Valdés, Península Valdés, Argentina.

4. Argentina salvaje

Ya se sabe que en todo viaje hay días sólo de camino, largo camino en algunos casos y hoy ha sido un día de esos.
He hecho la ruta en avión de Iguazú a Trelew, una ciudad situada en Península Valdés desde la que quiero visitar Península Valdés y Punta Tombo.
En Argentina, la mayoría de los vuelos pasan siempre por Buenos Aires, así que como no iba a ser menos, este ha sido mi caso, primero un avión hasta Buenos Aires y luego otro hasta Trelew.
La ciudad de Trelew es bastante feota y el hostal dónde me albergo también, así que como no quería estar ni un minuto más del necesario en él me he ido corriendo a buscar la manera de visitar Península Valdés mañana, por fin la he encontrado, así que mañana ya tengo planes, pero eso sí, Punta Tombo tendrá que esperar porque de momento está cerrado, parece ser que los pingüinos este año están vagos y aún no han llegado dicen que llegarán la semana que viene. Esto me ha hecho pensar que porqué pasar un día más en esta ciudad dónde además hace un frío que pela, mejor me voy a Bariloche que ha caído la nevada del siglo y dónde según me han dicho muchas de las carretas están cortadas, así que me ido a la estación de autobuses y he cogido un billete para un colectivo que sale mañana a las 10 de la noche y llega a Bariloche a les 12 del mediodía, fíjate tú que bien!!!
El cansancio de tantas horas deambulando por el mundo me ha hecho retirarme al bonito hostal un ratito, pero una hora más tarde ya tenía ganas de irme, así que me he armado de valor y me he dicho… vamos a hacer una cervecita? Pues sí sí, así ha sido. Cuando he ido a dejar la llave de la habitación en recepción tenía al lado un chico, sin saber porqué nos hemos mirado, sin saber porqué al salir a la calle hemos hablado y sin saber porqué hemos empezado a caminar sin rumbo (como mínimo yo), casi sin darme cuenta estábamos sentados en un bar, tomando una cerveza, bueno dos y hablando sobre… no sabría decir, un montón de cosas, al final se ha ido ( él tenía que coger un colectivo ) y nos hemos despedido con un “hasta luego”, aunque los dos sabíamos que no nos volveríamos a ver nunca.

3. Argentina salvaje

Al final no me convertí en roca, así que desafiando a Tarobá y a Boi esta mañana he cogido el colectivo (así le llaman los argentinos al autobús público) en dirección a las Cataratas de Iguazú, esta vez a ver el lado Argentino.
Tenía mi ruta planeada, al llegar ir a hacer el Sendero Macuco, después el circuito inferior, el superior y para terminar la Garganta del Diablo.
Al llegar al parque me he encontrado con un amable guardabosque y al contarle mis planes me ha metido un sermón de media hora sobre los peligros que me podía encontrar en el sendero… que si lo mejor es ir acompañado, que si hay serpientes que si te pican son mortales, que si los monos son muy agresivos, que si me puedo encontrar un puma… vamos, todo era catastrófico y con lo acojonada que soy yo pues he estado a punto de no ir, suerte que como hoy el día iba de desafíos, me he armado de valor y me he adentrado en la ruta... y que me he encontrado? Pues un sendero muy bonito dónde el máximo peligro era que te picara un mosquito y para más INRI no era ni mosquito tigre…
El resto del día lo he pasado paseando por las Cataratas y no puedo dejar de decir que la Garganta del Diablo es para acojonarse.

Por la noche, Merche (una amiguita canadiense de padres españoles que he hecho en el albergue) me ha invitado a acompañarla a cenar a “La Ramona”, una barraca escondida entre cajas, ladrillos y algún que otro tenderete en el mercado de Puerto Iguazú, dónde “La Ramona” se dedica a hacer comiditas para todo el que vaya… De momento es el mejor sitio dónde he comido y lo más importante hemos comido un filete buenísimo con puré de patatas, ensalada y cerveza por menos de 3€, que gran lugar y que lástima haberlo descubierto el último día… se la vie!!!

Fotos: Cataratas de Iguazú, Argentina.

2. Argentina salvaje

Dice la leyenda que en el río Iguazú habitaba una serpiente grande y peligrosa llamada Boi.
Una vez al año los indígenas guaraníes debían sacrificar a una bella doncella y entregársela a Boi arrojándola al río.
Un año le tocó el turno a Naipí, al enterarse el joven Tarobá se reveló contra los viejos de la tribu para evitar la catástrofe, pero de nada le sirvió.
El tío como estaba muy enamorado, la raptó la noche anterior a la defenestración y se lanzaron río abajo con su canoa. Evidentemente Boi que era muy listo se enteró y montó en cólera de tal manera que partió el curso del río formando las cataratas. Tarobá y Naipí no se iban a salvar de esta, a él lo transformó en árbol y a ella en roca.

¿Por qué os explico todo esto? Porque justamente hoy que he ido a las cataratas ha aparecido un Tarobá en mi vida.
Tal ha sido su flechazo que sólo verme se ha abalanzado a hablar conmigo y se me ha pegado como una lapa durante las aproximadamente tres horas que he estado paseando por los bonitos caminos del lado brasileño de las Cataratas do Iguaçú. El nuevo Tarobá estaba tan enamorado que ha intentado invitarme a comer, yo no he aceptado, ha intentado invitarme a un helado, yo no he aceptado.
Después de tantas negativas ha cogido su cartera, me ha mostrado todos sus billetes y me ha invitado a tomar algo, yo no he aceptado, minutos más tardes me ha pedido que lo acompañara a visitar la presa de Itaipú, yo no he aceptado y finalmente a mi querido Tarobá se le ha visto el plumero, me ha invitado a dar un paseo en barquita hasta el mismísimo corazón de las cataratas.

Eso si que no, Tarobá eres un cabrón, tu lo que quieres es convertirme en roca!!!


Fotos: Cataratas do Iguaçu, Brasil.

1. Argentina salvaje

Lo intentaré, prometo que lo intentaré!!!
Intentaré mantener este blog actualizado durante el viaje que hoy empiezo por Argentina… Y lo intentaré porqué quiero dar envidia y quiero dar envidia porque los blogs que mis amigos viajeros han escrito este verano me han hecho mucho daño.

Dicho esto, me parece que ya puedo empezar... Después de bastantes horas (no quiero ni contarlas) desde que salí de Barcelona he llegado a Iguazú, no sin primero pasar por Buenos Aires dónde he hecho una paradita de 9 horas con cambio de aeropuerto incluido. Durante la larga espera, he aprovechado para ir a visitar el Río de la Plata pues el aeropuerto que me ha traído hasta Iguazú está pegadito al mismo, me habían dicho que la zona estaba muy bien, pero la verdad, a primera vista no me ha impresionado demasiado, no sé si han influido el cansancio aéreo y el dolor de espalda que me ha producido el GRAN asiento de clase turista.
A favor del Río de la Plata debo decir que una vez he subido al avión mi impresión a cambiado y la verdad, ahí si que se me han caído "els cullons a terra". SI SEÑOR, era muy bonito!!!

Ahora ya estoy en Iguazú y mañana pretendo ir a ver las cataratas desde Brasil, a ver que pasa... por feo que sea, un sello en el pasaporte me lo pondrán seguro y eso ya está bien, ni que sea para dar envidia a uno que yo me sé.

Foto: Casa de los Pescadores, Río de la Plata, Buenos Aires.